Association of Avian Reovirus M and S Genes with Viral Behavior in vivo. I. Viral Persistence

Persistent infections were initiated in chickens with four different avian reovirus strains of varying virulence. Chickens 1 day old, 1 week old, or 2 weeks old were inoculated with each. Eight weeks later, isolates from all four parent strains were obtained; all isolates but one were from the tendons, and that was from the pancreas. Biochemical characterization of the isolates showed their genomes to be similar to those of the parent strains, although the proteins of the persistent isolates occasionally appeared to migrate differently from those of the original strains. Hybridization studies of the genes of the isolates indicated that at least two genes, S2and S4, consistently seemed to undergo the greatest degree of mutation in the most virulent strain. These data suggest that the S2and S4genes may be associated with initiation and maintenance of persistent infection in vivo, and that changes in these genes may be noted by 56 days postinfection. /// Se usaron cuatro reovirus aviares de diversa patogenicidad para iniciar infecciones persistentes en pollos. Cada uno de los virus fué inoculado en aves de 1 día, 1 semana y 2 semanas de edad. A las ocho semanas se obtuvieron aislados provenientes de todos los virus paternos; todos los aislados fueron obtenidos de los tendones con excepción de uno que se obtuvo del páncreas. La caracterización bioquímica de los aislados demostró que los genomas eran similares a los genomas de las cepas paternas. Sin embargo, las proteínas σ y μ de los aislados persistentes aparentemente tuvieron en ocasiones una migración electroforética distinta en comparación con las cepas originales. Estudios de hibridización de los ácidos nucléicos de los genes de los aislados indicaron que por lo menos dos genes, el S2y el S4, consistentemente demostraban tener el más alto índice de mutación en la cepa más patógena. Estos datos sugieren que los genes S2y S4tal vez estén relacionados con la iniciación y el mantenimiento de una infección persistente in vivo, y que los cambios en estos genes pueden notarse comenzando a los 56 días postinfección.