PERSONALITY IN IMPRISONED AND NON-IMPRISONED PEOPLE: EVIDENCE FROM THE EPQ-R

There are several studies about the personality of convicted criminals. The PEN system has been one of the most frequently tested models. Eysenck (1977) predicted that criminals would show higher scores on P, E, and N. Some studies support that view, while others do not. However, sampling could help to explain the contradictory findings. The present study analysed 229 imprisoned and 322 non-imprisoned participants. Both samples were carefully selected. The imprisoned sample comprised all types of delinquents with a mean age of 32.57, while the non-imprisoned sample comprised participants with a mean age of 29.85. The EPQ-R was used to measure P, E, and N. The results show that the imprisoned sample scores higher on psychoticism, extraversion, and neuroticism. Moreover, while there are sex differences within the non-imprisoned sample, there are no such differences within the imprisoned sample. The latter result suggests that personality, but not the sex variable, could be related to antisocial behavior. Personalidad en población penitenciaria y no penitenciaria: resultados a partir del EPQ-R. Existen múltiples estudios acerca de la Personalidad de los delincuentes. El sistema PEN es uno de los modelos más frecuentemente puestos a prueba. Eysenck (1977) predijo que los delincuentes puntuarían más alto en P, E y N. Algunos estudios apoyan esta idea, mientras que otros no. El muestreo de participantes puede ser una causa de las discrepancias. Por ello, el presente estudio analiza una muestra de 229 presos y 322 no presos. Ambas muestras han sido cuidadosamente seleccionadas. La muestra de presos incluye un amplio espectro de delincuentes con una media de edad de 32.57 y la muestra de no presos presenta una edad media de 29.85. Se aplica el EPQ-R para medir E, N y P. Los resultados muestran que los presos puntúan más alto en E, N y P. Además, mientras que se observan diferencias de sexo en la muestra de no presos, dichas diferencias de sexo desaparecen entre los presos. Este último resultado sugiere que no es el sexo sino la personalidad la variable que puede contribuir a explicar el comportamiento delictivo.