El Exilio De Descartes: Europeísmo y Filosofía Modern En Respiración Artificial
Y, sin embargo, ésta es la gran ficción filosófica (y al mismo tiempo la gran paradoja) que define el gran proyecto nacional tal como es concebido por los fundadores del siglo XIX.1 De modo que no es de extrañar que la cuestión del origen (o más bien, la obsesión por el origen), su continuo desplaza...
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Veröffentlicht in: | Chasqui 2007-11, Vol.36 (2), p.116-126 |
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1. Verfasser: | |
Format: | Artikel |
Sprache: | spa |
Schlagworte: | |
Online-Zugang: | Volltext |
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Zusammenfassung: | Y, sin embargo, ésta es la gran ficción filosófica (y al mismo tiempo la gran paradoja) que define el gran proyecto nacional tal como es concebido por los fundadores del siglo XIX.1 De modo que no es de extrañar que la cuestión del origen (o más bien, la obsesión por el origen), su continuo desplazamiento y su parodia, sean temas recurrentes de la novela; pero notemos que la técnica de su escritura se hace cómplice de un permanente boicot a estos sueños fundamental istas. Del mismo modo que Arocena es un minúsculo personaje que duplica e ilustra de manera brutal la paranoia de los Ossorio, en la segunda parte de la novela, Marconi es un personaje secundario cuya historia con la fea escritora (contada por Tardewski: 197-206) sirve para hacer más explícita la teoría de Renzi: se trata de una escritora genial, pero fea, muy fea; ella odia su cuerpo, y por eso cree que no es capaz de escribir (porque, según piensa la fea escritora, sólo puede escribirse con el cuerpo, y quien no puede escribir con el cuerpo no puede escribir sobre su vida: sólo puede escribir historia vacías, ilusiones huecas); ahora bien, Marconi, que es crítico literario de un diario local y posee aspiraciones de poeta nacional, sabe que se trata de una escritora genial, y teme que si llegase a publicar, sería capaz de borrarlo a él por completo del mapa literario (aunque, después de todo, él sólo pueda ser encontrado en el microscópico mapa literario de un pequeño pueblo de provincia); entonces, muerto de celos, cuando ella va a verlo para pedirle una opinión sobre sus escritos, Marconi le recomienda que no vuelva a escribir, y le dice que aquello que piensa acerca de la relación entre vida, cuerpo y escritura es absolutamente cierto, y que por lo tanto su escritura nunca alcanzará a ser lo suficientemente buena (aunque luego le confiesa a Tardewski que, en verdad, él piensa que se trata de la teoría más absurda). Sin embargo, es posible distinguir entre estos fragmentos las alternativas de un silencioso carnaval en el que desfilan europeísmo y parodia, duda universal y paranoia, escepticismo y soledad, exilio y fracaso; y conectando todos estos temas, la sombra de Descartes, que se pasea sigilosa en silla de ruedas por los interminables corredores y pasadizos secretos de la historia. 1 Por cierto, la modernidad se dice de muchos modos: también puede ser considerada a la manera de Benjamin, como reproducción mecánica. Sin embargo, creo que pensándola a partir del gesto cartesiano que la ina |
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ISSN: | 0145-8973 2327-4247 |