La realidad histórica en la Segunda parte del Quijote

Por supuesto, no reclama meramente la libertad interior, de raíz estoica, que, recientemente recuperada, exalta, unos capítules más adelante, ya cerca de Barcelona, el libresco don Quijote: La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden...

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Veröffentlicht in:Guaraguao (Barcelona, Spain) Spain), 2005-12, Vol.9 (21), p.21-34
1. Verfasser: Serés, Guillermo
Format: Artikel
Sprache:spa
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Beschreibung
Zusammenfassung:Por supuesto, no reclama meramente la libertad interior, de raíz estoica, que, recientemente recuperada, exalta, unos capítules más adelante, ya cerca de Barcelona, el libresco don Quijote: La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los nombres [...] ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan, sin que le quede la obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo! (II, 58, p. 1094) Ni la que quiere volver a abrazar el propio Sancho unos capítulos antes, esta vez de regusto epicúreo y que hubiese firmado el Góngora de la letrilla "¡ándeme yo caliente y ríase la gente!":5 Abrid camino, señores míos, y dejadme volver a mi antigua libertad... Como contradictoria es la postura del mismo Cervantes, quien, a pesar de la obvia comprensión hacia Ricote, a quien pinta igual que Sancho en todo (habla la misma lengua, es del mismo pueblo, su mujer e hijas son "católicas cristianas", España es su patria natural, etc.), no duda en considerarlo parte de una comunidad que para el reino de España rue como una "sierpe en el seno"; ni en poner esta definición autoinculpatoria en boca del mismísimo morisco, que justifica la expulsión de su pueblo, pero sin poder mitigar la enorme nostalgia que siente por España, su "patria natural": me parece que tue inspiración divina la que movió a Su Majestad a poner en efecto tan gallarda resolución, no porque todos fuésemos culpados, que algunos había cristianos firmes y verdaderos, pero eran tan pocos, que no se podían oponer a los que no Io eran, y no era bien criar la sierpe en el seno, teniendo los enemigos en casa. Pero teñido, otra vez, de la necesaria ambigüedad, porque por una parte subraya la "justicia distributiva" que guía las acciones de Roque Guinart y resalta el sentido igualitario de la vida de bandidaje.25 Por otra, sin embargo, parece aludir al desnivel económico que latía en la crisis catalana;26 hasta tal punto, que el énfasis cervantino en la ecuanimidad en el reparto parece mostrárnoslo del lado del fenómeno antisocial del bandidaje, cuyos métodos y medios de vida demuestran, a contrariis, la otra injusticia en la que España se ve inmersa: injusticia social, donde la nobleza Io posee todo (y más con los bienes recientemente expropiados
ISSN:1137-2354