INTRODUCCIÓN: EL SACRAMENTO DEL PODER
En el siglo I de nuestra era, en tiempos del emperador Nerón, el apóstol San Pablo escribía en el capítulo 13 de su epístola a los Romanos: “no hay autoridad que no venga de Dios” –non est enim potestas nisi a Deo–; y para que no quedara duda sobre el origen de la autoridad, añadía: “ las que existe...
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Zusammenfassung: | En el siglo I de nuestra era, en tiempos del emperador Nerón, el apóstol San Pablo escribía en el capítulo 13 de su epístola a los Romanos: “no hay autoridad que no venga de Dios” –non est enim potestas nisi a Deo–; y para que no quedara duda sobre el origen de la autoridad, añadía: “ las que existen han sido constituidas por Dios”¹. De hecho, los emperadores cristianos, aunque no reclamaran ser dioses como sus antecesores paganos, “reivindicaban que sus poderes derivaban sólo de Dios”². Con base en ello la doctrina escolástica estableció siglos después el derecho divino |
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