El monte arrullador
Dicen los viejos que la maldición de unos es la bendición de otros. En el caso del caserío de Cantarrana la fortuna fue de pocos y la desgracia de bastantes. Cuentan los que saben que allá en los montes susurrantes se esconden historias extraordinarias. El caserío de Casas Viejas es ejemplo.
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Veröffentlicht in: | Polígramas 2018-06 (46), p.131 |
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Format: | Artikel |
Sprache: | eng ; spa |
Online-Zugang: | Volltext |
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Zusammenfassung: | Dicen los viejos que la maldición de unos es la bendición de otros. En el caso del caserío de Cantarrana la fortuna fue de pocos y la desgracia de bastantes. Cuentan los que saben que allá en los montes susurrantes se esconden historias extraordinarias. El caserío de Casas Viejas es ejemplo. |
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ISSN: | 0120-4130 2590-9207 |
DOI: | 10.25100/poligramas.v0i46.7013 |