Ética, estética y política de la alimentación en Petrarca

El ensayo considera el conjunto de las actitudes de Petrarca hacia la comida, atestiguadas por una larga serie de pasos dispersos en su obra, y en particular en algunas cartas importantes "Senili". A partir de este examen se asignan varias funciones al discurso sobre la nutrición: la de oposición, que distingue entre alimentos artificiales y naturales, entre la suciedad y la limpieza, y finalmente, a nivel social y político, entre el lujo y la corrupción por un lado, y la modestia y la virtud por otro; la positiva, que asocia la buena y simple nutrición natural con la salud y la vida tranquila y solitaria; la estética, no menos importante que las otras, que hace que la manera de alimentarse sea una "prueba" particularmente importante sobre la civilización y la buena educación. Para Petrarca, comer es, en definitiva, un hecho absolutamente cultural, y con ello supera claramente los dilemas de la moral cristiana, y es el primero en sentar las bases de una reflexión moderna sobre el tema.