Educación ambiental no formal: desde la sociedad civil o desde el Estado

Las prácticas de defensa y protección de ecosistemas ejercidas por la sociedad civil organizada, representan una valiosa aportación a la comunidad, especialmente si éstas son reconocidas, legitimadas y apoyadas por el Estado. Dichas prácticas constituyen además un semillero para la educación ambient...

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Veröffentlicht in:CPU-e : revista de investigación educativa 2012-11 (13)
1. Verfasser: Maldonado González, Dra. Ana Lucía
Format: Artikel
Sprache:eng ; spa
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Zusammenfassung:Las prácticas de defensa y protección de ecosistemas ejercidas por la sociedad civil organizada, representan una valiosa aportación a la comunidad, especialmente si éstas son reconocidas, legitimadas y apoyadas por el Estado. Dichas prácticas constituyen además un semillero para la educación ambiental no formal, promotora de participación social y de ejercicio de ciudadanía en un proceso holístico y retroactivo de enseñanza-aprendizaje, de aprehensión de cambios de conciencia, valores, actitudes, comportamientos, hábitos, conductas, consumos ambientalmente responsables.La educación ambiental no formal puede realizarse desde fuera, a través de un interventor social o un equipo de interventores que llegan a una comunidad, realizan un diagnóstico, definen, aplican y evalúan un programa apropiado para dicha comunidad, buscando siempre que la población se involucre en cada etapa del programa para que se lo apropie y se sienta comprometida con el mismo. Sin embargo, existe mayor riqueza cuando grupos comunitarios y organismos de base, comprometidos y orientados hacia la defensa y protección de ecosistemas terrestres y marinos, son reconocidos y legitimados por el Estado; sus prácticas entonces pueden contribuir a la co-construcción y a la coproducción de políticas públicas ambientales. Es decir, la propia comunidad ejerce ciudadanía y participa con la administración pública en la co-construcción de educación ambiental, de desarrollo local sustentable, de ordenamiento territorial, de definición e implementación de políticas públicas para, posteriormente, poner en práctica lo que se ha construido y llegar así a la co-producción. El siguiente ejemplo puede ilustrar mejor lo anterior……Es el año 1973, la escena se desarrolla en una región rica en recursos naturales, grandes espacios de bosques regados por abundantes manantiales, arroyos, lagos, ríos que cubren el territorio; riqueza y diversidad de flora y fauna están presentes, pero también egoístas ambiciones centradas en el propio beneficio y en el lucro económico. Es evidente que semejante escenario es un atractivo inevitable para industriales y desarrolladores económicos que autoregulan sus actividades justificando la creación de empleos a precio de deforestación y contaminación de suelos, aguas y atmósfera. Hasta aquí, este mismo escenario puede encontrarse actualmente en muy diversas regiones del mundo; este ejemplo hace referencia específicamente a la provincia de Quebec, en Canadá. En este contexto norteamer
ISSN:1870-5308
1870-5308
DOI:10.25009/cpue.v0i13.87