La figura de Videla como paradigma del terror dictatorial. Reflexiones en torno a dos obras tecnopoéticas

Este trabajo parte del reconocimiento de un conjunto de obras que, desde los años '60, captaron críticamente el signo autoritario y represor de la cultura política argentina, mediante la representación de figuras militares. Poniéndolas en secuencia con esta matriz visual, se indaga en dos obras de arte tecnológico contemporáneo que toman a Jorge Rafael Videla como figura paradigmática de tal tradición, la cual encuentra su expresión máxima en el terrorismo de Estado; a saber: la videoescultura Sin Título (2006) de Alejandro Schianchi y el video monocanal Subversion Loop (2016) de Hernán Khourián. El trabajo se propone, así, comprender de qué manera la figura de Videla ?entre la ejemplaridad y la singularidad? configura un dispositivo de memoria. Asimismo, busca describir y analizar algunos ejes de inscripción poética y política en las que estas piezas se sitúan. Se entiende que esta producción estética no sólo permite abordar aspectos ominosos del pasado reciente sino, también, precisar cómo el mismo presente define los conceptos con los que piensa a los perpetradores y las formas visuales con las que vuelve operativa su memoria. This paper arises from the recognition of a group of works of art that, since the 1960s, critically captured the authoritarian and repressive sign of the Argentine political culture, through the representation of military figures. When being sequenced in this visual matrix, the investigation addresses two contemporary technological works of art that use Jorge Rafael Videla as a paradigmatic figure of such tradition that, for this part, finds its maximum expression in State terrorism, namely: the video-sculpture Sin Título (2006) by Alejandro Schianchi and the single-channel video Subversion Loop (2016) by Hernán Khourián. Thus, this work is aimed to understand how Videla's figure ?between the exemplarity and the singularity? shapes a memory dispositive. Moreover, it seeks to describe and analyze some axes of poetic and political inscription in which these pieces are located. It is understood that this aesthetic production not only allows to tackle ominous aspects of the recent past, but also to specify how the very present provides a definition to concepts through which perpetrators are thought and visual shapes through which their memory turns operational.