Desinterés y terror. El destino nihilista de la estética occidental en el L'uomo senza contenuto
En el mismo año en que se publicaba póstumamente el así llamado “último gran tratado moderno de la disciplina estética”, la Teoría Estética de T. W. Adorno, un joven Giorgio Agamben escribía su contribución, marginal pero decisiva, a un debate muy presente en la filosofía italiana por esos días. Se...
Gespeichert in:
Veröffentlicht in: | Viso (Rio de Janeiro) 2010-07, Vol.4 (8), p.110-120 |
---|---|
1. Verfasser: | |
Format: | Artikel |
Sprache: | eng ; por |
Schlagworte: | |
Online-Zugang: | Volltext |
Tags: |
Tag hinzufügen
Keine Tags, Fügen Sie den ersten Tag hinzu!
|
Zusammenfassung: | En el mismo año en que se publicaba póstumamente el así llamado “último gran tratado moderno de la disciplina estética”, la Teoría Estética de T. W. Adorno, un joven Giorgio Agamben escribía su contribución, marginal pero decisiva, a un debate muy presente en la filosofía italiana por esos días. Se trata del debate en torno a las relaciones entre el destino nihilista de la metafísica occidental, la estética y la política del que se ocupan entre otros el “pensiero debole” de Gianni Vattimo y el “pensiero negativo” de Massimo Cacciari. Este trabajo tiene como objetivo general analizar las tesis del primer libro de Agamben, L’uomo senza contenuto, en cuanto intento por comprender el proyecto estético de Occidente. Allí se afirma que el ingreso del arte en la dimensión estética con la Modernidad responde al desplazamiento de una consideración de la capacidad pro-ductiva humana (la “inquietante” téchne que permite al hombre llevar una cosa del no-ser al ser) hacia una mirada centrada en el punto de vista del espectador que puede apreciar “desinteresadamente” la belleza. Pero este proceso, lejos de ser natural, evidencia una crisis del “hacer” humano en general. Si con Aristóteles podía distinguirse entre póiesis (un hacer aparecer o un traer a la presencia como forma de un saber) y praxis (un realizar producto de la voluntad, entendida como apetito, como forma de un actuar), en la Modernidad asistimos al solapamiento de la esfera poiética por la de la praxis y a una progresiva reducción de toda actividad productiva al trabajo que, por reducir al hombre a su desnuda vida biológica, es la dimensión más baja de la vida activa. Teniendo en cuenta este diagnóstico agambeniano, me propongo pensar aquí el lugar central que tendría la estética como disciplina filosófica privilegiada para preguntar por las posibilidades actuales de una nueva póiesis y con ella de una “vita nova” para el hombre. |
---|---|
ISSN: | 1981-4062 1981-4062 |
DOI: | 10.22409/1981-4062/v8i/92 |