conciliación de la empleada del hogar: inexistente e invisible

El trabajo doméstico y de cuidados es un elemento necesario para el bienestar y el soporte de la sociedad. Es una realidad que, el empleo en el hogar familiar continúa como una labor para las mujeres que, prestan sus servicios en la mayoría de los supuestos en condiciones de “esclavitud moderna”. El motivo lo hallamos en que se realiza, con exclusividad en el interior de los hogares, los poderes públicos no han creado políticas idóneas, ni recursos suficientes, ni valoran un servicio que, por tradición, ha sido realizado por mujeres, en sus hogares o, en situaciones precarias, en las casas de otros Este trabajo tiene como objetivo analizar qué efectos derivan de las políticas públicas en el ámbito de la corresponsabilidad y conciliación de intereses personales, familiares y laborales desde la posición de la empleada del hogar. Así, por un lado, se analiza el papel que desempeña la empleada del hogar como parte esencial, al no existir otras opciones públicas, para alcanzar la conciliación de intereses domésticos y labores de las familias y, por otro, como receptora de las medidas de conciliación previstas.