Carta al editor
Quiero abundar en algunos comentarios sobre los recientes artículos de los compañeros Médicos Militares, Raúl Fernández Doblado y Mario Castañeda, respecto a las innovaciones tecnológicas como la cirugía laparoscópica, en especial en gineco-obstetricia, la cual sigue siendo mi actividad principal. C...
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Veröffentlicht in: | Revista de sanidad militar (México) 2024-05, Vol.52 (4) |
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1. Verfasser: | |
Format: | Artikel |
Sprache: | spa |
Online-Zugang: | Volltext |
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Zusammenfassung: | Quiero abundar en algunos comentarios sobre los recientes artículos de los compañeros Médicos Militares, Raúl Fernández Doblado y Mario Castañeda, respecto a las innovaciones tecnológicas como la cirugía laparoscópica, en especial en gineco-obstetricia, la cual sigue siendo mi actividad principal. Coincido con lo ya tan claramente aseverado por el Dr. Fernández Doblado y el acertado comentario del Dr. Castañeda. Yo pertenezco a la última generación de la Escuela en Arcos de Belem; Raúl y yo pues, somos de la vieja guardia y cabe hacer algunas consideraciones sobre el tema ya citado arriba, en lo que se refiere a la enseñanza de la medicina hace 50 años, en relación con la enseñanza actual. Existen 2 circunstancias desfavorables en la actualidad, que ocasionan una cada vez más deficiente preparación académica en las escuelas o facultades de Medicina del país. La primera en la sobrepoblación estudiantil a nivel bachilleres, consecuencia del grave problema de sobrepoblación general. Yo recuerdo aún en mis años de Secundaria, un anuncio comercial radiofónico: «20 millones de mexicanos no pueden estar equivocados», según el cual todos los habitantes de México consumían la misma marca de cerveza: es difícil ahora creer que en solamente 50 años la población del país se ha quintuplicado. La segunda circunstancia negativa, patéticamente actual, es la escasez de presupuestos en el ramo de la educación general, más notable en las facultades profesionales, en donde la carencia de equipos e instrumentos de la avanzada tecnología médica actual produce médicos con enormes deficiencias académicas, siendo estos jóvenes profesionistas en muchos casos verdaderas amenazas para la salud pública, debido a su pésima, casi nula, preparación académica. Esto es más notable en las facultades de Medicina oficiales de la provincia. Como ya señalaron los compañeros arriba citados, que un diploma de especialidad no significa capacidad profesional, así un flamante y pomposo título de Médicos Cirujanos y Partero ya no significa que el joven profesionista sepa gran cosa de esta bella, afortunada y azarosa profesión. Hemos visto médicos graduados y registrados con todas las de ley, que nunca han pisado un hospital, nunca han presenciado un parto y nunca han visto una sola radiografía. |
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ISSN: | 0301-696X |
DOI: | 10.56443/6bmh6w27 |