“LA EDUCACIÓN PROHIBIDA”, EDUCAR PARA LA VIDA Y RESIGNIFICAR INTERACCIONES CON EL CONOCIMIENTO

La planificación del proceso de enseñanza en escenarios educativos debería plantearse desde la triangulación de estrategias surgidas del entorno de los estudiantes hacia una construcción del conocimiento. El aprendizaje genera nuevas preguntas a los diferentes actores de la comunidad educativa. Elementos de su entorno como las vivencias o anécdotas son puestos a interactuar con los contenidos teóricos propios del currículo y formula nuevas preguntas que llevan al estudiante a un estado constante de reflexión, logrando la armonización entre un currículo centrado en la disciplina y un currículo centrado en el estudiante. Bajo este marco, el presente ensayo tiene como objetivo mostrar que cada uno de los estudiantes es un conjunto socio- histórico, cultural y emocional, de carácter no homogenizable, que favorece la construcción de conocimientos conjuntos y procesos de resignificación de su territorio, generando una ruptura con el paradigma de que el sujeto que conoce, no posee ningún conocimiento y no puede ser el constructor del mismo. Con una metodología cualitativa basada en la interpretación documental descriptiva y mediante una juiciosa reflexión en torno a los procesos de enseñanza aprendizaje en la educación básica y media Colombiana, se abordó un análisis crítico de los postulados expuestos en el documental La Educación Prohibida (2012), desde una postura teleológica del acto de educar, que integre las dimensiones del ser humano, llevando a favorecer escenarios óptimos y coherentes con los fines de la educación, que posibilitan el desarrollo de competencias reflexivas y dialógicas dentro de las aulas. Hoy en día uno de los retos de los maestros y maestras es resignificar su práctica e integrar los diferentes actores que convergen en los procesos de enseñanza- aprendizaje, realizando una lectura contextual que favorezca transformar sus realidades.