Las fronteras del lenguaje en la obra de José Revueltas y David Foster Wallace desde el pensamiento archipiélago de Édouard Glissant
La insularidad permite abrir caminos para repensar y replantear las fronteras en apariencia infranqueables del lenguaje. Es el caso de la novela posmoderna donde la comunicación parece entrar en un círculo de autorreferencialidad que la separa del otro, que rompe el lazo social-afectivo del intercam...
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Veröffentlicht in: | Trans (Paris) 2020-04 |
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1. Verfasser: | |
Format: | Artikel |
Sprache: | spa |
Online-Zugang: | Volltext |
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Zusammenfassung: | La insularidad permite abrir caminos para repensar y replantear las fronteras en apariencia infranqueables del lenguaje. Es el caso de la novela posmoderna donde la comunicación parece entrar en un círculo de autorreferencialidad que la separa del otro, que rompe el lazo social-afectivo del intercambio lingüístico y deja un vacío en el que la palabra se aísla y se desactiva, rasgo que sobresale cuando se le compara con otras corrientes literarias, como la novela mexicana de mediados del siglo XX. En el presente artículo se abordará la ambigüedad como forma de pensamiento que propone Édouard Glissant, esta se desliza por los espacios que deja la separación, reestableciendo los puentes comunicativos ocultos debajo de la lógica dominante del pensamiento sistema. Se hará un análisis comparativo entre Los errores (1964) de José Revueltas y La escoba del sistema (1987) de David Foster Wallace, tratando los efectos de alienación provocados por la imposibilidad de romper con la barrera que el lenguaje le impone a los personajes, siendo extranjeros en sus propias palabras. La distancia formal, histórica y geográfica de ambas obras sirve como espacio de análisis de un mismo problema bajo perspectivas completamente diferentes que, sin embargo, logran tocarse en sus extremos. Revueltas escribe desde un lugar y un momento dominados por las grandes ideologías históricas plagadas de intenciones emancipatorias y promesas mesiánicas. Por su parte, Foster Wallace se encuentra al borde del “final de la Historia”, momento en el que las disputas ideológicas ceden su posición central al lenguaje aislado, bajo su forma de intercambio puro de signos. El centro se convierte en periferia, ya que el papel principal que toma el intercambio vacío borra todo rastro de referencialidad y, por lo tanto, de centralidad. Se tomará la insularidad como un espacio utópico en el que las contradicciones pueden ser superadas si se reemplaza el pensamiento sistema por un pensamiento de lo ambiguo, donde la subjetividad no se construye a partir de la oposición. Glissant menciona que el Todo-Mundo es un “mundo a crear pero que ya está ahí y del cual aún no tenemos conocimiento digamos evidente”1 (Glissant, citado por Rosemberg, 2010) bajo esta perspectiva, la misma separación lingüística que aísla se replanteará como una forma de comunicación, los personajes marginalizados de Los errores intentan sobrepasar las barreras de su lenguaje partiendo de su alienación y los juegos de lenguaje de La escoba |
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ISSN: | 1778-3887 |
DOI: | 10.4000/trans.3305 |