Ragazzi italiani negli Stati Uniti

Los primeros emigrantes italianos que suscitaron preocupación y alarma en la opinión pública de América fueron los pequeños organilleros (1856-1876). Éstos partían de los pueblos detrás de un patrón y llevaban una vida dura en las ciudades americanas; eran explotados y maltratados. En la fase de la Gran Inmigración (1876-1910), cuando en los Estados Unidos desembarcaron más de cuatro millones de italianos, los organ boys desaparecieron de las calles de las ciudades y fueron reemplazados por los pequeños vendedores de periódicos, los mozos y los limpiabotas. De hecho, los quehaceres callejeros continuaron siendo durante mucho tiempo prerrogativa de los hijos de los emigrantes italianos, sin embargo, el trabajo se fue extendiendo cada vez más a las fábricas, a las minas y a las obras de construcción. Desde 1880 hasta 1920 el porcentaje de adolescentes italianos introducidos precozmente en el mundo laboral sólo fue inferior al de los jóvenes afro-americanos. Muy a menudo pesaba sobre sus espaldas el sustento de la familia; una condición que no cambió ni siquiera en los años de la Gran Depresión. Sólo a partir de mediados de los años 30 empezó a aumentar la tasa de escolarización de los jóvenes italianos, mejoró su condición económica y se inició su proceso de inserción en la nueva sociedad.