El niño vampiro y el cazador

Si bien el vampiro es, tal vez, el más célebre en la galería de monstruos que cobrarán fama sobre todo a partir de la conocida serie de películas de la casa Universal Pictures, es indudable que su conocida efigie le ha llevado a un punto de sobreexposición que parece desembocar en una cada vez mayor...

Ausführliche Beschreibung

Gespeichert in:
Bibliographische Detailangaben
1. Verfasser: León Ramírez, Francisco Javier de
Format: Artikel
Sprache:spa
Schlagworte:
Online-Zugang:Volltext bestellen
Tags: Tag hinzufügen
Keine Tags, Fügen Sie den ersten Tag hinzu!
Beschreibung
Zusammenfassung:Si bien el vampiro es, tal vez, el más célebre en la galería de monstruos que cobrarán fama sobre todo a partir de la conocida serie de películas de la casa Universal Pictures, es indudable que su conocida efigie le ha llevado a un punto de sobreexposición que parece desembocar en una cada vez mayor carencia imaginativa. Pero ello no significa que se trate de una figura ya acabada e imposible de revitalizar, prueba de ello son el cuento breve «Bebe mi sangre» y la novela Soy leyenda de Richard Matheson, en las cuales el autor norteamericano ofrece una muy original visión de esta clase de monstruos a través de dos figuras centrales: el monstruo niño y el cazador. A partir del elemento común en ambos, la soledad, y de muchas cualidades distintivas, Matheson demuestra que el monstruo es, aún, la gran metáfora acerca del Otro. It is true that the vampire is, perhaps, the most famous monster among those who won a definitive place in contemporary fiction after the release of Universal Pictures monster films. But, it is also true that this popularity has carried an overexposure of the vampire character that has led to an increasing creative crisis in recent works of literature, film and other media. However, this doesn't necessarily mean that vampires (o monsters in general) have come to an end and cannot be revitalised. Proofs of this are «Drink my red blood» and the novel I Am Legend, both by Richard Matheson. In them the author offers an original vision of the vampire character by means of the protagonists: the vampire-child and the vampire hunter. Through the solitude of both characters and their particular features, Matheson shows that monsters are still a powerful metaphor about the Other.